Magda E. Baca Marin
“La vida no vuelve a ser la misma, el miedo es tu compañero, se ausenta por pequeños periodos haciendo pensar que todo acabo y que no paso nada, pero reaparece en medio de una cena y se torna en llanto en vacío, en un momento de quiebre en el cual sientes ya no poder más, te sientes tan de débil y desprotegida, te asusta incluso tu respiración, por más racional que intentes ser no puedes comprender porque te sucedió, rezas por que ya termine, suplicas por que ya no quieres tener la sensación de de angustia. Recuerdas el momento exacto en el que todo sucedió, es tan grande la desesperación, la impotencia, quisieras morirte antes de seguir experimentando semejante cosa, a la larga te das cuenta que una parte de ti murió cuando esa mano golpeo tu cara, al observar las marcas que dejo el abuso, el odio y dolor crecen e inevitablemente la vergüenza y la culpa te acompañan…”
La violencia sexual es uno de los problemas de salud más graves a nivel mundial y se reconoce en la definición de violencia contra la mujer de Naciones Unidas como: “todo acto de violencia de género que resulte en, o pueda resultar en daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico de la mujer, incluyendo la amenaza de dichos actos, la coerción o la privación arbitraria de la libertad, tanto en la vida pública como en la privada”
El daño emocional, siempre es grave ya que su relación con el mundo, consigo misma, con su cuerpo, con su sexualidad y con los demás, quedará desde ahora marcado por lo siniestro, entendiendo por siniestro aquello en que algo familiar y conocido se torna repentinamente en algo desconocido, diferente y terrible.
Las mujeres víctimas de violación expresan profunda devaluación de si mismas a raíz del evento. La tristeza, la depresión y la brutal destrucción de autoestima se manifiestan en síntomas que abarcan desde una fuerte tendencia al aislamiento, abandono de practicas sociales, nerviosismo, insomnio, pérdida importante de peso, dificultades para relacionarse aún dentro del ámbito familiar, irritabilidad, agresividad, hasta ideaciones suicidas.
Las culpas aparecen en buena medida por la idea errónea de haber podido hacer algo para evitarlo o haber hecho algo que lo provoco, muchas de las victimas comienzan a pensar en que si no hubieran pasado ese día por ese lugar, nada de eso habría sucedido.
Abra síntomas que se prolonguen a lo largo de los años en casos de no ser atendidos adecuadamente, es importante señalar que la recuperación después de un evento de este tipo varia de acuerdo a la personalidad y apoyo recibido por el medio que rodea a la víctima, en ningún caso es conveniente mostrar enojo cuando un víctima decide contarlo a sus familiares o amigos, lo más adecuado es tratar de escuchar y si ella lo permite abrazarla, no abrumarla con interrogatorios sobre todo si estos incluyen frases como el “por que”, este puede sonar condenatorio.